El cuerpo humano ante la presencia de una sustancia inusual genera cierta resistencia natural a la misma conforme esta se va presentando constantemente por tal o cual tiempo. Fuma mariguana un chingo, y luego deja de fumarla. Como a la semana estarás un poquíto incómodo, y con muchos antojos de un toquesín. Como a las dos semanas asaltarás como desesperado cada rincón, cajón y cualquier lugar donde posiblemente recuerdas que pudo haber quedado algo de la sustancia. Eriza le llaman. Es horrible. La he experimentado innumerables veces. Esta que acabo de describir es de las más leves, aunque la que más conozco, porque las más veces son las que he intentado de fumar verde. Me es familiar, y ya sé que estoy erizo, que voy a buscar por todas partes suelo cielo mar y tierra, que me va a entrar una desesperación horrible pero que me voy a dormir eventualmente por el mismo cansancio y al día siguiente quizá ya amanezca normal y lo olvide.
Cuando dejé la coca fue peor, pero eso solo ocurrió una vez. Solo sé que fue horrible, pero no recuerdo gran detalle.
Esa eriza máxima dura un día dos, en periodos de dos a tres horas. En estos momentos estoy sufriendo una eriza intensa debido a la ruptura. Busco por todas partes cualquier recuerdo, cualquier mensaje, cualquier lo que sea que me diga que algo ocurrio. Crisita de jabon se esfumó. No lo puedo creer. No lo quiero creer. No puedo creer que puedo pasar sin dormir cuatro días nada más clavado en una misma actividad. Mi razón está allá, trabajando. Mi sentimiento está aca, erizo. Desesperado. Es como si nada hubiera pasado. Shock.
Del shock a las lágrimas. De las lágrimas al suspiro. Del suspiro al odio. Del odio al rencor. Del rencor al entendimiento. Del entendimiento... al olvido.